Cuando estaba pequeña mi madre tenía una cámara analógica la cual >>no<< me era permitido utilizar, mas que para mirar por el visor. Me gustaba como se veía un pedacito de mundo en un cuadrito.
Amaba el olor de los negativos.
Natalia Alayon nos deja en este espacio una hermosa conversación, tan natural, como encontrártela dandote la bienvenida en la galería de la Escuela Prada durante la inauguración de su premio Felix Facchin 2013 .
Espontánea, genuina, Natalia te recibía y te hacía sentir en casa.
Sin dejar de lado toda su energía femenina parece que te mostrara su mundo, pero conocerla como amiga definitivamente debe ser distinto. Por mas que se exponga, Natalia te deja ver que tiene mucho mas en ese mundo interior que asoma en sus fotografías... veamos un poco del trabajo de esta maravillosa fotógrafa.
A los 13 años con mis primeros ahorros compré mi primera cámara. Una Kodak digital, y fue cuando comencé hacer fotos. Me gustaba hacer capturas de las personas al natural, pensando, hablando y sobre todo sonriendo espontáneamente, por suerte a mi familia se le dá muy facil eso de andar "muertos de la risa".
Así mismo me fui iniciando en el mundo de los autorretratos, comencé con lo que hoy llamamos "selfies" pero poco a poco me interesó las expresiones distintas, las miradas. Mi curiosidad por las texturas y la piel creció y empecé a tomar fotos de mi cuerpo, que nunca salieron a la luz.
Divago mucho en este punto, pero la verdad, es que la vida misma fue lo que me estimulo a hacer fotos, me llamo la atención el hecho de congelar ciertas expresiones en una imagen perdurable, así comenzó todo.
El Laboratorio:
¿Que significado tiene la fotografía para ti, que representa en tu vida?
La fotografía es mi principal medio de expresión, a través de la cual materializo tanto mi forma de pensar como mis sentires, caprichos, miedos/terrores/manías. Pero esto es algo inherente al hecho de que uso la fotografía como forma de catarsis.
Para desahogar todo eso que se mantiene revoloteando en la mente, eso, que si no sale terminará comiéndote a ti mismo, y a todo lo que piensas, lo que crees que eres, y que la única forma de desahogo es pinchar un ojo y dejar que por allí vaya saliendo a forma de chorro o a cuenta gotas, la fiesta de TODO de lo que llevas dentro.
¿Te gusta hablar de tu trabajo fotográfico, de qué se trata?
No se en realidad si me gusta o no hablar de mi trabajo. Si se trata de gustarme, me gusta escuchar lo que la gente piensa, siente o analiza de mi imagen. Me gustan las texturas, las cicatrices, las marcas, las historias en la piel. Amo los cuerpos desnudos naturales, reales, sinceros, ellos son mi instrumento. Me gusta hacer fotos que se sientan, que se oigan. Me gusta decir lo que pienso y siento de la manera que lo hago, y punto.
Así mismo me fui iniciando en el mundo de los autorretratos, comencé con lo que hoy llamamos "selfies" pero poco a poco me interesó las expresiones distintas, las miradas. Mi curiosidad por las texturas y la piel creció y empecé a tomar fotos de mi cuerpo, que nunca salieron a la luz.
Divago mucho en este punto, pero la verdad, es que la vida misma fue lo que me estimulo a hacer fotos, me llamo la atención el hecho de congelar ciertas expresiones en una imagen perdurable, así comenzó todo.
Para desahogar todo eso que se mantiene revoloteando en la mente, eso, que si no sale terminará comiéndote a ti mismo, y a todo lo que piensas, lo que crees que eres, y que la única forma de desahogo es pinchar un ojo y dejar que por allí vaya saliendo a forma de chorro o a cuenta gotas, la fiesta de TODO de lo que llevas dentro.
¿Cómo es tu aproximación a la fotografía, es una necesidad, una profesión, un oficio?
Definitivamente se ha vuelto una necesidad. Creo que existimos varios que experimentamos eso de ver a nuestro alrededor y tener capturas mentales de todo, ya no en un punto técnico, sino semiótico.
Sinceramente sin la cámara, sea cual sea, me siento vacía e incompleta, poder materializar mi visión es “necesario”.
¿Tienes algún fotógrafo que admires, cuál y cómo lo descubriste?
Son varios, pero la principal que desde un comienzo me marcó fue Francesca Woodman. La conocí cuando en conversaciones con mi principal tutor y guía, Wilson Prada, le comentaba la ambigua idea de lo que quería plasmar en mis fotos, y digo ambigua porque apenas estaba aprendiendo como usar una cámara. Él me recomendó varios autores, pero ella fue la que me marcó de una manera tan profunda, ella logró en muchas imágenes lo que quería lograr, gritar en silencio con imágenes.
Otros que han estado presentes son García-Alix y recientemente Coplans.
De Alix me enamore cuando husmeaba en la bibilioteca de Wilson Prada durante una época de pasantía en la Escuela de Fotografía Prada, y su irreverencia me engancho, su vomito social real me flechó. Y Coplans fue idea de Esso Alvarez, que en una conversación fugaz me invitó a ver un poco del trabajo de John Coplans, y de nuevo me enamoré, formas y texturas mágicas, y piel, mucha piel hermosa.
¿Cómo sientes que las personas reaccionan a tus imágenes?
Varias personas han mostrado un rechazo, así como varias han mostrado empatía, admiración o gusto. El hecho del desnudo tan cercano confronta al observador. Me gusta que a la gente le incomode así como me gusta que la gente se identifique, pero aún más me gusta, y adoro, el hecho de que ese trabajo, ese proceso allí plasmado en imágenes, haya motivado a varias personas, que ya están en alguna parte de ese proceso, a crecer, a amarse a si mismas tal cual como son, a mostrarles que hay algo grandioso al final de ese camino, que se puede.
“De cuando aprendí a amarme” no solo es la representación visual de un proceso, es la evidencia misma de mi proceso. En esos pixeles esta mi carne, mi sangre, mis lágrimas y mis suspiros. Creo que esa parte sincera y real de las imágenes fue lo que le llego tanto a tantas personas que se acercaron a mí luego a darme gracias. A pesar de que use el cuerpo para plasmar el proceso, he de mencionar que sin lugar a dudas ese proceso es mas interno que físico.
Con respecto a la retroalimentación, además de los comentarios y conversaciones con Fernando Carrizales y Carlos Martínez, la serie participo en una proyección donde estuvimos varios fotógrafos de Prada Escuela de Fotografía, la cual tuvo lugar en el auditorio de El Carabobeño, (Valencia Edo. Carabobo) donde varias personas, estudiantes de fotografía, profesores, y público en general, asistieron y dieron sus opiniones y criticas acerca de las series proyectadas. Solo he de decir que el mejor de los halagos son los aplausos, no podría estar más que agradecida por esa experiencia, a Talleres CEASS, a Prada Escuela de Fotografía y a todos aquellos que han comentado, dicho algún halago o crítica, y apoyado. Ver a un montón de personas aplaudir mi serie, mi arte, mi proceso, fue algo que sin duda tiene un significado en este momento para mí: “Felicidad”.
¿Cómo sientes que las personas reaccionan a tus imágenes?
Encuentra su trabajo en: Facebook: Coco Lunar -SelfPortraits-
https://www.facebook.com/cocolunar?ref=ts&fref=ts
Coco Ale, La Artista, que grande es!
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